20 de julio de 1904

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LA NEGRITA PARA MI PAPA


Hoy miércoles 19 de julio de 2006 a las 7:14 a.m. degustando una hermosa selección de canciones colombianas interpretadas por Garzón y Collazos y Silva y Villalba puedo rememorar cantidad de sensaciones, anécdotas y demás artilugios que se relacionan con la historia de las canciones, o mejor no tanto la historia de las canciones mismas sino lo que se conecta con el entorno en que se escuchaban dichas canciones. Es que a mi me pasa que cuando oigo alguna melodía de la que haya registrado algunos hechos que me permitan identificarla, tiendo a reubicarme a la época susodicha y revivir o rememorarlos. Y… precisamente suena una de las tantas predilectas de mi papá: Negrita, en la voces del dueto G y C.; ¡ah! Qué canción de gustarle a mi papá, la tarareaba, la cantaba, la silbaba, la repetía, la recitaba y la bailaba cuando se podía. Negrita, tu viniste en la noche de mi amargo penar; tu llegaste a mi vida y borraste la herida de mi pena letal; la ilusión de mi vida es amarte no más implorarte el consuelo, el calor y el ensueño que jamás pude hallar; separarnos hoy quiere el destino a los dos y una pena me brinda esta separación; hoy te alejas de mi, hoy se va mi ilusión y todo es amargura para mi corazón.

Por lo que a mi me toca puedo decir que en nuestro hogar paterno y para la época en que convivimos casi todos los hijos, por allá entre el 52 y el 59, sin tener en la casa un aparato de radio siquiera, que me acuerde tal vez en alguna de las tiendas del centro habría un radio, la música corría a cargo de Edilia y de mi papá y… claro de nosotros que debíamos cantar las que nos enseñaban; eso ocurría casi siempre después del rezo de rosario y al momento de acostarnos.

Ahora que hay tiempo y material musical suficiente,y sobre todo disposición y deseos para gozar de la música, me admiro de la cantidad de canciones que nos enseñaron entre mi papá y Edilia, posteriormente Roselia se unió al proceso; en la escuela alcanzo a acordarme que la señorita Ligia Tarazona, recién graduada, alcanzó a enseñarnos algunas como El Mariachi y el caballo bayo, Cecilia Mateus (admirable y respetada maestra en mi repetición del segundo año de primaria) también nos enseñó algunas. Pero lo mejor fue la moda de la rockola de doña Paula Vera de Rodríguez en la casa que hoy pertenece a los descendientes de don Heli Mogollón, pero que para la época a que me refiero era de don Víctor Rodríguez y de doña Paula. Sinceramente ese suceso modificó sustancialmente muchas cosas en Chitagá, por ejemplo el baile pues al traer la música que se oía en Cúcuta y permitir que por solo unos centavos se pudiera oír facilitó que fuera desarrollándose una nueva cultura musical (entre otras) a la cual no fuimos ajenos los pelaos de la época; hay que recordar que como había un puesto militar y entre sus componentes había varios soldados costeños, era un verdadero espectáculo apreciarlos tirando paso en la rockola, (nos pasábamos horas y horas observándolos…) fue inmensa la admiración que esto suscitó entre todos los habitantes de Chitagá, llegando a generar algunos conflictos hogareños por la fiebre de estar permanentemente en el local oyendo, aprendiendo y disfrutando la música.

Y volviendo con la Negrita de mi papá que gusto le sacaba a esa y a muchas otras canciones al igual que a la poesía y la lectura en general. Con los poemas pasaba igual que con las canciones, poema que le gustara debíamos aprenderlo y recitárselo cuando así lo decidiera, menos mal que gusto tan valioso siempre fue secundado por sus hijos, recuerdo que fueron más de una las poesías que tuve que aprenderme por exigencia expresa de él como p. e. Oye Señor, cuando tu arcángel venga a llamar a los muertos para el juicio y llegue…; Oye, bajo las ruinas de mis pasiones…; Dos camellos; etc.

Aquí pego algunos que he encontrado y espero que su lectura sea en homenaje a Fausto Villamizar que mañana 20 de julio cumpliría 102 años de existencia.

TODO NOS LLEGA TARDE Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte! nunca se satisface ni se alcanzala dulce posesión de una esperanza cuando el deseo ansiamos más fuerte. Todo puede llegar; pero se advierte que todo llega tarde; la bonanza, después de la tragedia: la alabanza, cuando ya está la inspiración inerte. La justicia nos muestra su balanza cuando sus siglos en la historia vierte el tiempo mudo que en el Orbe avanza; y la gloria, esa ninfa de la muerte, sólo en la viejas sepulturas danza. Todo nos llega tarde... ¡hasta la muerte! (Julio Flórez)


UN PENSAMIENTO EN TRES ESTROFAS "No son los muertos los que en dulce calma La paz disfrutan de la tumba fría; Muertos son los que tienen Muerta el alma y viven todavía"" No son los muertos, no, los que reciben Rayos de luz en sus despojos yertos; Los que mueren con honra son los vivos, Los que viven sin honra son los muertos". "La vida no es la vida que vivimos, La vida es el honor y es el recuerdo: Por eso hay muertos que en el mundo viven Y hombres que viven en el mundo muertos" (Antonio Muñoz Feijoo)

Sicut navis Señor, hoy o mañana... El barco esta ya listoy sólo espera tu orden para poder zarpar; las gentes del contorno atónitas me han visto cogiendo de la playa las redes y las velas tendidas a secar. ¡Señor, cuando Tú quieras!... ¿A dónde irá la nave? ¡Lo ignoro, mas tus brazos abiertos siempre están! Luché. Sufrí. Mi vida fue igual a la del aveerrante y solitaria .que cruza por las olas que vienen y que van. ¿A dónde?... ¿A qué lejana estrella que titila en el espacio inmenso?... ¿al sur o al septentrión? No sé. mas mi esperanza en Ti se halla tranquila: yo sé que he de encontrarte en medio de la nube o en la constelación. Azul el mar tranquilo; azul también el cielo. La loma empieza a inflarse con un leve rumor...¡Señor, cuando Tú quieras agitaré el pañuelo a los que deja el barco sobre la playa negra del Mar y el Dolor !(Ricardo Nieto)

Vejez Vejez, si tú me has puesto en un camino que no es posible desandar, siquiera- ¡y hazlo por compasión!- no agües mi vino, mi última copa de falerno... ¡Espera!... Y no adelantes la hora de mi sino fatal, la inexorable hora postrera,que aún no ha llegado mi cajón de pino, mi fatídica caja de madera...¡ Que aún ni piensan cavar mi sepultura...! Y si hoy no aliso canas y entre memos y sabios sé lucir mi dentadura, no vayas a decir que eso es mentira, como "ese cielo azul que todos vemos" y "aquel bello carmín de doña Elvira"... Y déjame apurar, como te pido, mi última copa sin la inicua penade irme achacoso hacia el eterno olvido, tras de los granos del reloj de arena... De irme entre sinsabores y el torcido dolor que ahora me angustia y envenena, porque comí lo que a un recién nacido no le hace daño: leche con avena... ¡Mas si tú, que hoy me miras abrumado, me has de poner, como nos dijo el vate, "chato, peló, sin dientes y estevado", llámame a Satanás, Vejez maldita, para poder hacer un disparate, como Fausto, y buscar mi Margarita...! (Luis Carlos López)