13 AÑOS DE AUSENCIA MATERIAL
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ADIOS AL PADRE
Hoy mi padre del mundo se ha marchado;
de improviso el deceso le llegó;
con mutismo, de aquí se despidió
esa noche de impacto inesperado.
Del Trono del Señor sí fue un llamado
que en vuelo angelical se lo llevó;
a su diestra, el Señor lo convidó,
de su gloria, a vivir iluminado.
Tus dolientes de aquí te despidieron,
y un dolor, por tu ausencia, lo sintieron
al dejar con tu adiós un desconsuelo...
¡Que seas muy feliz en tu morada!.
¡Que esté tu alma en gozo, acompañada,
con Cristo Redentor, allá en el cielo!.
(Martiniano Gonzalez Varelas - Poeta Colombiano)
TU BENDICION
Acallando del alma los dolores,
sólo por el laúd acompañado,
mis pálidos cantares, como flores
vengo a dejar en tu sepulcro helado.
De entre los vivos te arrancó la suerte
en un instante trágico. ., Sombrío.,.
Sin embargo, el abismo de la muerte
no impide que me escuches, padre mío! .
Cuando partiste, en nuestro hogar tranquilo
todo mudo quedó, todo sin vida,
pero tu imagen encontró un asilo:
mi pobre corazón, nunca te olvida.
Aún te contemplo con amor profundo;
aún te escucho, te adoro, sí, te adoro!
Sólo no estoy! Camina por el mundo
la sombra de tu espíritu, conmigo!
Cómo han dejado en la memoria mía
las noches de mi hogar, perennes huellas!
Noches de encanto, noches de alegría,
recamadas de fúlgidas estrellas!
Cuán dichosos instantes a tu lado:
olvidando del día los enojos,
todo lo contemplaba iluminado
por la lumbre tranquila de tus ojos!
Cuando ya el sueño halagador venía
me mirabas con íntimo embeleso. . .
Tu mano con amor, me bendecía. . .
Después dejabas en m i frente. . . Un beso.
Delicias del hogar, mi único anhelo,
hoy en las sombras del pasado, hundidas:
No os alejéis, venid, dadme un consuelo,
aliviad el dolor de mis heridas!
La desgracia llegó: sonó la hora.
Honda pena dejó en mi pecho abierto,
porque una oscura noche aterradora
te ví tendido entre una caja. .. Muerto! . . .
Ay! Cuán negros recuerdos: los blandones
ardían con su llama vacilante;
Coronas. . . Un altar. . . Entre crespones,
la blancura de un Cristo agonizante. . .
Tan sólo en la penumbra se escuchaban
acentos comprimidos y lejanos. . .
En tanto ál pie de tu ataúd, oraban
de rodillas, mi madre y mis hermanos. . .
Esa noche de lúgubre amargura
recliné mi cabeza en la almohada,
sin sentir de tu beso la frescura,
sin recibir tu bendición sagrada!
Fue un sueño acaso? Loco desvarío,
una ilusión que se forjó el deseo,
locura fue del pensamiento mío?
Nada más que un delirio? No lo creo!
Sí! Te sentí llegar! Mi mente absorta
caminar en la alcoba te sentía. . .
Verte no pude pero qué me importa? . .
Con los ojos del alma, te veía! . . .
Te acercaste: tus brazos me estrecharon. . .
Tu mano me bendijo, dulcemente. . .
Con ternura, tus labios estamparon
un beso de dolor, sobre mi frente! . . .
Desde esa hora, al reclinar mis sienes
no me conturba ni me ahoga el llanto.
Sé que tu bendición a darme vienes!
No lo puedo dudar, me amaste tanto!
Por...Carlos Mazo – Poeta Colombiano
MEMORIA DE MI PADRE.
Montaba a la mañana el sillonero
con el último mate en los pellones
y salía, ganándole a los peones,
puro brillo de plata en el apero.
Y cuando el sol caía en el potrero,
entre mulas, arneses y jergones,
regresaba cortando callejones
con todo el horizonte en el sombrero.
Hoy que habito en un ser deshabitado
y al que miro vaciado como un higo,
borro los pasos por donde has andado.
Y te salgo a buscar, padre y amigo,
pues sé que estás aquí y te haz quedado
para irte sólo si te vas conmigo.
(Antonio Nella Castro – poeta argentino)
EN MIS SUEÑOS DE NIÑO
El tiempo enmarca los sueños
En tu rostro se dibuja
Una dulzura infinita,
En esos ojos amados,
En donde mi infancia recorro
Y observo en ese pasado…
¡Cuántos desvelos y sueños!
¡Cuantos consejos olvidados!
El otoño tapizó
Tu cabello,
en ese invadir sentimientos
Las ilusiones vividas.
En la promesa de un sueño
Cuando niño acariciabas
Los más preciados momentos
Y jugabas a mi lado.
En el portal de la casa
Te esperaba,
Muchas noches tan despierto...
Otras tantas muy alegre,
Porque a mi lado estabas
Y hablábamos de
¡Tantas cosas!
De la escuela, los amigos,
De los juegos, travesuras
De todas esas diabluras,
De las risas en el parque
Y de las tardes tranquilas.
Hoy, que ha pasado el tiempo
Los años me han entregado
Y sembrado con dulzura
De ese amor que llevas dentro…
Por ser mi héroe de siempre,
Por esos juegos de niño,
Por esos besos de noche
Donde a mi habitación llegabas
De puntitas en silencio
Y me abrigabas tan tierno…
Por esas palabras tuyas,
Tan amadas…
“Mi papito”…
Así te nombraba…PADRE
Por los años que aun esperan
Por los mágicos momentos
Y el eterno DIA
Donde sellaré con besos
Tu nombre
¡PADRE ADORADO!
Editaré en gran cariño
con letras de Oro grabadas
En páginas de nuestra historia
Y de una promesa
Que jamás será olvidada,
Cuando acaricié tu rostro
Y cobijaste en tus brazos
La infancia de todos mis sueños.
(Amado Cervantes)
(Tuluá 19 de enero de 2007)