10.5.06

C A R R O S

Definitivamente a nosotros los colombianos del común, o mejor del montón, que somos la gran mayoría desprotegida nos toca bailar siempre con la más fea. Para el caso un ejemplo: pagar los onerosos impuestos de un carro particular. Es que tal parece que poseer uno de estos vehículos se ha convertido en un INRI degradante, de todas partes nos caen medidas restrictivas, amenazantes, prohibitivas y en fin contradictorias y arbitrarias.
Solo aquí en Colombia se dan casos en los que los impuestos de un carro lleguen a extremos tan exgerados como los que permanentemente ocurren. Hay casos en que se compró un carro nuevo por un valor X y de acuerdo al avalúo debe liquidar los impuestos que tiene que pagar y, riáse del chiste cuatro años después el avalúo oficial aparece por encima del real que se pagó y lógicamente debe pagar mayores impuestos.
Para este caso y tantos que se viene aplicando especialmente a los propietarios de carros particulares ya se está gestando una organización que acoge no solo a los propietarios sino a tod@s los interesad@s en el asunto, incluidos congresistas, políticos, expertos, técnicos, en fin tod@s los que de cualquier menera nos veamos afectados por las arbitrariedades estatales relacionadas con el ramo automotor.
Quiero presentarles el editorial de la revista Motor y algunas correspondencia de su ùltima publicación del miércoles 10 de mayo de2006; espero que la lean y se enteren de cómo van las cosas.


Editorial
Llegó el apoyo de los legisladores para las polémicas normas de tránsitoNo hace mucho tiempo, y no fue un correo aislado, un lector se preguntaba si los comentarios de esta columna llegaban a manos de los interesados en el gobierno cuando el tema les concernía. Estaba preocupado por la falta de reacción de las autoridades sobre propuestas o críticas formuladas por este servidor, que interpretaban el malestar general de los automovilistas y resumían sus sentimientos y quejas.El primero en responderles en una carta fue el propio Ministro del Transporte. Una misiva abierta muy cordial y amable pero sin correctivos concretos. También hemos pedido la intervención de los parlamentarios, que son quienes realmente tienen en sus manos hacerles las reformas necesarias al Código de Tránsito y otras leyes que rigen al transporte en Colombia pues son de su fuero, entendiendo que el Ministerio no puede ir en contra de lo escrito, así esté mal.Ante la creciente ola de inconformidad por el maltrato de la policía a los usuarios, los límites de velocidad inadecuados, la industria de la doble raya amarilla, el cobro de impuestos de rodamiento a dedo y sin justicia, los costos absurdos del SOAT para carros viejos, entre lo más visible, les pedimos de nuevo a los parlamentarios que se quedan y a los que llegan que se pusieran al frente del tema.Esta vez respondieron varios de ellos ofreciendo sus servicios. Algunas de sus ofertas escritas se publican en esta edición y otras nos las formularon verbalmente. Todos coinciden en la responsabilidad que les atañe de revisar esas normas y quieren escribir las ponencias y proyectos de reforma para corregir todas las debilidades e injusticias actuales del sistema. Y lo van a hacer, pues se trata de pesos pesados de la política y otros son nuevos que llegan a trabajar por sus compatriotas con todo el empeño y ganas.Ahora lo importante es que haya una comisión en la cual todos aporten y que esos proyectos no se vuelvan cabezas de playa aisladas, ya que es muy delicado y complejo el tema y se debe abordar de una manera técnica, justa y ponderada para que no sea una legislación revanchista sino una norma de conducta que reúna todas las buenas ideas que de tan calificadas cabezas -al menos electoralmente- deben salir. Teniendo eso sí en cuenta, los errores que cometieron sus antecesores con las normas que aprobaron y estamos pagando.El tema no es corregir las velocidades o cosas puntuales. Hay que mirar todo el entorno como un gran problema, empezando por decidir si es lo mismo un ministerio de obras públicas y uno de transporte. Por ejemplo, existe la Aerocivil para manejar unos 90 aeropuertos principales y no creo que haya 1.000 aviones operativos en Colombia. Y todo al tenor de reglas internacionales ya inventadas, aunque de todas maneras se dan mañas para complicarlas al adaptarlas muchas veces inadecuadamente al país.Mucho más que eso necesitan el transporte y los usuarios colombianos. Se requiere de una gran entidad, digo grande por técnica, capaz, conocedora, indepediente y cargada de sentido común y no por burocracia, que legisle y controle el movimiento automotor del país. Por ahí hay que empezar, sabiendo de entrada que el actual ministerio no es capaz ni apto. Eso ya está probado.Por eso, estimados senadores que se han puesto a las órdenes de esta necesidad ciudadana, les sugiero sentarse en una mesa, más pensante que numerosa, obtener estudios inmediatos de la problemática y proponer un nuevo estatuto general del transporte, unos códigos modernos y unos mecanismos de tributación justos para el usuario del automóvil. Hay que ser generosos y sumar ideas e iniciativas y no convertir este problema ciudadano en una causa personal porque se necesita el aporte de todos.Varios de estos parlamentarios me han pedido una participación directa en esos estudios y fórmulas. Con mucho gusto, a todos les expondré las ideas, que en esta columna han desfilado a lo largo de 25 años, pues es un deber ciudadano, sobre todo si se tiene la oportunidad de realizar un aporte al bienestar común. Bueno o malo, pero será bien intencionado y pensando siempre en el automovilista, que es nuestro socio y compañero natural en estas páginas. Los legisladores sabrán aprovecharlas si las consideran útiles y los debates lo dirán.Más allá de eso, es imposible asumir otras funciones porque se compromete la independencia del periodista y sesga la posición de un medio de comunicación que debe seguir teniendo la misma libertad para analizar las propuestas que resulten y las discusiones que se generen. Pero no está por demás resaltar que es un logro que esta larga batalla literaria esté pasando a los estrados donde, finalmente, con la buena intención de todos, encontrará resultados y saldrán vencedores los ciudadanos a quienes nunca nos cansaremos de apoyar y representar modestamente en este espacio.


Correo de los lectores Revista Motor 422 10 de mayo de 2006

El Congreso apoya“En la edición del 26 de abril de 2006 No. 421, en su editorial interpreta a los miles, entiendo que cuando circula MOTOR supera el millón de lectores, y hace un llamado al Congreso de la República para que legisle sobre normas de tránsito nacional y actualice al país en materia de límites de velocidad vehicular y dicte otras disposiciones sobre el sector. Para su información tengo listo desde febrero pasado el proyecto de Ley para fijar efectivamente unos límites de velocidad acordes con la modernización del parque automotor en Colombia que ha tenido un vertiginosos desarrollo tecnológico –vehículos con sistema de frenos de última generación que ruedan sobre carreteras interdepartamentales y vías en las ciudades más amplias y seguras, mejor señalizadas, obviamente que quisiéramos que fueran mejores– a la par que con el alto consumo, por demás incontrolable como lo demuestran las estadísticas: de automóviles, buses, camiones, taxis, motocicletas, etc., que provoca gigantescos trancones, elevada contaminación ambiental y auditiva, inseguridad, enormes pérdidas laborales y empresariales, accidentes de tránsito que dejan heridos o muertos, infracciones de tránsito justas o injustas pero que se pudieran impedir si tuviéramos un Código de Tránsito redactado para la generación del Siglo XXI. Para evitar el desgaste en debates artículo por artículo en las respectivas comisiones –sextas–, y en las Plenarias del Senado de la República y la Cámara de Representantes, la iniciativa será de pocos artículos. Y, como adelanto, he propuesto que la velocidad máxima en carreteras principales el limite de velocidad será de 110 kilómetros por hora, en avenidas principales en ciudad será de 80 kilómetros por hora, en calles residenciales será de 30 kilómetros por hora y en zonas escolares de 20 kilómetros por hora. Como usted podrá observar se va a dar un debate prolongado, intenso y seguro que con obstáculos poderosos pero lo daremos con el concurso de senadores y representantes a la Cámara para sacar adelante el proyecto interpretando el sentir de los colombianos para transitar un poco más rápido y hacer de nuestra vida diaria más amable descongestionando las avenidas y carreteras. Pero también los nuevos límites de velocidad podrían ayudar a conservar la malla vial. Eso es más o menos el resumen del proyecto aunque el informe de ponencia es mucho más completo con datos estadísticos de países con experiencia de muchos años de velocidad vehicular que superan las 70 millas por hora o los 110 k/h. Doctor Clopatofsky: siga, con la participación de sus lectores, aportando más ideas para modernizar al país en esta materia”. Miguel Pinedo Vidal, Vicepresidente, Comisión de Asuntos Constitucionales Senado de la República

“Con complacencia hemos visto sus reiteradas criticas al Código de Tránsito, las cuales consideramos ajustadas a la realidad. Compartimos con ustedes el sentimiento de agresividad de los encargados del tránsito para con los conductores de vehículos, especialmente carros particulares. Los límites de velocidad, tanto en carretera como en vías urbanas, son arbitrarios y no obedecen a ningún técnico científico. La prohibición de parqueo en ciudades como Bogotá, parece que obedeciera más a intereses particulares económicos que a la movilidad en sí. Hemos llegado a la conclusión de que los propietarios de vehículos particulares, que son los más cumplidos en el pago de impuestos, requieren que el código regresivo les dé más garantías.Por lo anterior, quisiéramos recibir de Usted formalmente, un documento con las principales modificaciones que en su sentir sean necesarias, a fin de proceder de inmediato a presentar un proyecto de reforma que usted y nosotros consideramos urgente al Código de Tránsito.”Samuel Moreno Rojas, Senador; Germán Navas Talero, Representante a la Cámara
“Soy asiduo lector de la revista, he visto su evolución y valoro inmensamente la utilidad de sus contenidos para el ciudadano que busca en la información un permanente lugar para aprender, actualizarse y como lo he notado últimamente, expresarse. Entiendo que una de las funciones, tal vez la más importante que tenemos los congresistas, es la de representar las acciones que los ciudadanos tenemos en la sociedad, por eso estoy convencido que la mayor preparación para representarlos es escucharlos y que los medios de comunicación, especialmente los que son especializados en temas, son una fuente importantísima para sintonizarnos con la opinión publica.El próximo 20 de Julio, si Dios lo permite, asumiré una curul en el Senado de la República como integrante de la bancada de Cambio Radical. Actualmente soy Representante a la Cámara elegido por Bogotá y pertenezco a la comisión Sexta, que es la comisión en donde, entre otros temas, se trata lo referente al transporte.Mi preparación básica es la de Ingeniero Civil y he venido especializándome en temas como servicios Públicos, Telecomunicaciones y Transporte.Creo en la urgente necesidad de asumir responsablemente la tarea de legislar para el sector, específicamente en los temas de Tránsito y transporte, especialmente en lo que tiene que ver con la revisión del Código Nacional y el establecimiento de un verdadero Estatuto Nacional del Transporte. Por lo tanto acepto su cordial invitación del editorial, con un compromiso de parte suya, para que construyamos las propuestas conjuntamente a partir de la participación ciudadana en el correo de los lectores y un grupo de personas especializadas con las cuales podamos ir discutiendo en reuniones semanales una propuesta que, como Senador de la República, me comprometo a presentar en el próximo período congresional”.Plinio Olano Becerra, Representante a la Cámara Abogados a la orden “He leído con detenimiento sus apreciaciones sobre tránsito y transporte, en cuanto a límites de velocidad, la línea continua en carretera, la forma como se liquidan los impuestos de vehículo, los atropellos por parte de las autoridades de policía etc. Y, he llegado a la conclusión de que es necesario aunar esfuerzos que conlleven al respeto por el propietario o conductor de vehículo particular. Para el efecto, en mi calidad de defensor de derechos humanos y representante legal de una ONG en Bogotá, ofrezco incondicionalmente esta entidad para que adelantemos la campaña en apoyo a las múltiples inquietudes generadas, a propósito del tema. Espero que me contacte con los interesados y a través de la ONG hacer el lobby correspondiente para lograr ser escuchados por quienes tienen la misión de representarnos. Actualmente cuento con buena infraestructura, pool de abogados y ante todo la posibilidad de defender los derechos de los demás, especialmente cuando somos cumplidores de nuestros deberes. No debemos permanecer callados, pero sí debemos protestar en equidad, igualdad, conciliación, diálogo y entendimiento; lo que sin duda nos garantizará resultados de satisfacción mutua. Jorge Hernán Benítez Mendoza, construir@etb.net.co, Tel. 310-8707275 Impuestos locos“Otro más con el tema de las tablas de los impuestos. Estoy leyendo su editorial y le cuento que pago en el 2006, en proporción, lo mismo por mis carros de 11 años de vida que por el apartamento que habito, que vale cuatro veces más lo que ambos vehículos juntos. Tengo un Ford Taurus 1995, lo estoy vendiendo hace un año y no logro colocarlo aún ni por un precio muy bajo de 18.000.000, que es casi 12 millones inferior al estipulado por la resolución ministerial. El otro es un Volvo 460 SE 1994 automático; lo voy a vender también y aunque acabo de pagar una tarifa de 1.5% sobre el valor estipulado en la resolución de 24.000.000, sé que en la calle, si me dan 20 millones, debo quedar muy feliz. El colmo de los colmos”.Gustavo Cabrera Arana

Listado de torturas“Adhiero a los millones y millones de propietarios de vehículos particulares, víctimas de las innumerables agresiones y persecución inhumanas con la que tránsito y compañía nos están torturando. Enumero entre otras algunas imposiciones que en los últimos años nos han impuesto a su voraz antojo:Cambio de placas cada vez que se les despierta el hambre de otro serruchazo. Seguro Obligatorio, días sin carro, pico y placa pero el impuesto lo cobran y lo pagamos los 365 días y noches de todo el año sin tener conciencia ni misericordia de descontar todo ese tiempo pagado de inmovilización, improductividad, nuevo e improvisado Código de Tránsito, luces prendidas en el día para la miopía de quienes la inventaron, límites de velocidad iguales para un último 4x4 que para una tractomula que sube a 5 o 10 kmts. ¡Qué genios tan retrógrados! (…) Eso sí, han sido incapaces de acabar con las zorras que andan en contravía, sin placas, sin luces, sin pase, ocasionando trancotes, desorden y desaseo. Las bahías las cercaron porque las necesitaban para botadero de basuras, el certificado de gases es para los carros ecológicos pero no para TransMilenio y otros. La revisión técnico mecánica para los que no tienen cómo pagar la extorsión, la gasolina sube cada mes y rinde menos, aumentan el precio de las infracciones a su antojo pero el precio del usado baja cada día, hay invasión de importados y sobreproducción de nacionales, pagamos muchos más impuestos que el servicio público pero reducen las vías ocasionando tremendos trancones, para los cuales no se ve un solo agente. Pero los brota la tierra en las horas de restricción, a mansalva y al acecho. Y ni hablar de los parqueaderos e inseguridad y abuso en los semáforos con el problema de los vendedores ambulantes, los huecos y tantos otros calvarios que tenemos que sortear para pagar las malsanas y fraudulentas millonadas que nos impusieron con sus abusivas y crueles dictaduras.Señor director: estoy seguro que el mayor éxito en su vida y triunfal trayectoria sería que, con su sabiduría y espíritu defensor y justo, encabezara una asociación urgente en defensa de este mundo indefenso y atropellado como somos los propietarios del servicio particular, masacrados y atrapados por la voracidad de los que dirigen chambonamente los destinos de Colombia”.Atentamente,Berta María Santoyo Quezada, C.C. 318.705.309

“Comparto la opinión de otro lector sobre la editorial de la revista. Me parece excelente que de algún modo llegue a oídos de los dirigentes nuestra inconformidad por la gran cantidad de inconsistencias y abusos que se generan a partir de la negligencia de los que deciden, ya que usted es algo así como un portavoz a través de este medio porque obviamente a uno como ciudadano común nunca lo escucharían. Ha sido fenomenal la cantidad de reclamos que los lectores han enviado delatando todo tipo de injusticia y al parecer sirvió, al menos por esta Semana Santa ya sea por respeto a lo que ella representa o porque no querían pecar en días santos, los "amables agentes" nos permitieron respirar y hundir el acelerador un poquito más y por lo menos "meterle" cuarta al carro, algo que a 60 km/h no tiene sentido hacer. No obstante quiero recalcar que, como usted dijo, no es suficiente con unos pocos días de no abusos, es necesario que esto pare definitivamente y que las normas sean replanteadas, no a la carrera como parece que se hicieron las actuales, sino realmente a conciencia“.Alejandro Guerrero “Desde Santa Marta: Tengo una inquietud. Por qué usted, Sr. Clopatofsky no está haciendo parte de nuestro prestigioso Congreso. Estoy seguro de que si se hubiera lanzado a estas curules todos los lectores fieles, que somos muchísimos, lo apoyaríamos pues al parecer ésta es la única publicación donde se tocan temas que ignora la clase política. Son absurdas todas las normas que en materia de tránsito se manejan. Hay una serie de peajes carísimos cuyo recaudo no se ve pues las vías son pésimas. Hay desorden en cuanto a límites de velocidad. Pasan por alto los abusos causados por los cavernícolas del tránsito vial y son absurdos los impuestos que se basan en tablas que nadie sabe cómo las hacen. ¿Hasta cuándo vamos a soportar los abusos, la indiferencia y la falta de organización de un país cuyos dirigentes –que nosotros mismos elegimos– para gobernar y establecer leyes correctas? ¡Ya está bueno!John L. Campo, Santa Marta

El negocio de la “doble raya”“Me gustan sus críticas a las “Normas de tránsito” de Colombia. Cuando leí su editorial me volvió a la cabeza una idea que desde hace días le quería comentar sobre la industria de la doble raya amarilla. Yo no creo que los genios que hacen las normas quieran molestarnos a los conductores ¿no será más bien una industria, como lo llama Ud?Viajé en esta Semana Santa a Medellín por carretera. Recorrimos 440 kilómetros. Según datos de Pintuco, 1 galón pinta 70 metros lineales a 12 centímetros de ancho. Esto quiere decir que 440 km x 2 rayas = 880 km = 880.000 m. Esos 880.000 metros, divididos en 70 m da que su usaron 12.571 galones. Redondeamos a 12.600 galonesEsos 12.600 galones a $ 63.500 cada uno, nos da $ 800.100.000 el precio la sola pintura. No sé cuánto valga la aplicación, pero no debe ser poquito. Una sola raya y con interrupciones donde se pueda pasar, como era por ejemplo en los años 80s, valdría menos de la mitad o sea $ 400.000.000. Y para qué los otros $ 400 millones? Y estoy hablando de solo el pedacito de Medellín – Bogotá. Espero que estas cuentas sirvan para algo”.Thomas Viertel H. C.E. 100666

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